8 jun 2019

HALL & OATES - Luna Park 2019

HALL & OATES - Luna Park - 6 de junio de 2019

Argentina tiene mucho de estas cosas
Ha pasado con numerosos artistas, bandas y solistas
Muchos incluso nunca llegan a pisar un escenario argento, aun siendo
iconos de una época (Billy Joel es uno que me viene a la memoria y todavia está a tiempo. George Michael es otro y ya no tendrá revancha )

Daryl Hall y John Oates pusieron la figurita 84 que faltaba en ese álbum fantasioso de estrellas de la música que tocaron en nuestro país  ("84" es un numero asociado al año de máxima explosión pop, pero también podría serlo cualquiera del primer lustro de los 80)



35 años de espera es mucho tiempo, sobretodo para tipos que andan en los 70
Como se soluciona? Con canciones y con Daryl Hall
El cancionero del dúo forma parte del ABC del pop, soul y rock que Estados Unidos le ha dado al mundo desde Elvis y los pioneros para acá

Las que tocaron en el jueves 6 en el Luna más otra docena que por tiempo quedan fuera del repertorio están clavadas como fotos en el corcho en el corazón de un par de generaciones, de esas que todavía revuelven bateas de vinilos polvorientos y de es@s a los que los primeros compases de Maneater les hacen mover la patita

Daryl Hall es una pieza legendaria en ese árbol genealógico.
En una vieja revista Rock and Pop le preguntaban a PEDRO AZNAR sobre la música
de ese momento (1985, año del show en vivo en el Apollo con Ruffin y Kendricks de los Temptations) y en un ping pong le tiraron "HALL & OATES"
- Quien es el rubio? pregunto Pedro
- "HALL" respondió el periodista
- "Uff, ese tipo canta como la puta madreee" remató el eximio bajista

HALL es de esos tipos que te levanta de la butaca. Pero no para bailar
Te deja suspendido en el aire.
Te quema el pecho. Te revolea como un viento arremolina las hojas
Te acurruca y susurra al oído como solo tu madre

Pongan en fila y bajo cualquiera de las definiciones de arriba a Family Man (original de Mike Oldfield pero que ellos hicieron hit), You´ve lost that loving feeling (de los Righteous Brothers, revivida por el dúo en los 80, cantada por Oates), la soberbia One On One ("no la tocamos hace años, la ensayamos para ustedes en el vestidor"), She´s gone y los hits ochentosos Out of touch, Methods of modern love y Say it isnt so (ahora tocadas como una banda de bar)



Ahí terminó la mitad del show, con un Hall fastidioso con el sonidista y empecinado en sumarse con una tercera guitarra no tan necesaria cuando ya tenes un gran guitarrista como Shane Theriot y a tu socio jugando una rítmica que te puede despachar solos y riffs cuando se le cante

Parecía que sentarse al piano no mejoraba la cosa. Arranco Sara Smile en la nota equivocada pero la frenó en seco con una sonrisa para luego despacharse con una versión donde recordas cada pelito de tu humanidad, jugando con su voz y el delay, pidiéndole al sonidista que le suba su mic como para llegar al Obelisco y haciendo estremecer los cimientos que solo movieron los grandes boxeadores

Y atrás de eso pusieron la vara altiiiiisima con una canción que como bien dijo Hall "les prometo que nadie conoce", pero que ellos han tocado mucho: IS IT A STAR, de WAR BABIES (1974), ahora en una versión donde los duendes de FAGEN y BECKER de STEELY DAN sobrevolaron el Luna, un solo memorable de Elliot Lewis  en teclados y las voces del dúo armonizadas mágicamente


Después de eso solo podían tirar la ultima ráfaga de hits: I cant go for that con una intro alla-acidjazz y lucimiento vocal para el percusionista Porter Carroll, Rich Girl,  Kiss on my list,  la brillante Private Eyes y el cierre con esa oda sesentosa que es You make my dreams, ya con HALL
atrás de su clásico teclado pianola y la gente entregada

Párrafo aparte para Charles De Chant, el saxofonista que los acompaña desde los 70 y ya es una marca registrada de la banda, el recuerdo tácito de T-BONE WOLK el extraordinario bajista y guitarrista pilar del sonido durante 20 años fallecido una década atrás y para el manto piadoso a las populares, por una venta que flaqueó aunque había no menos de 5 o 6 mil personas
(tal vez un Opera o Gran Rex cuadraba mejor por convocatoria, por sonido y también por la
puesta de la banda, mas parecida al show de Daryl en su casa por la web que a un estadio)


Cuenta saldada.
Hemos visto a dos leyendas que giran por el mundo hace años por amor a lo que
hacen, en muy buena forma y con una docena y media de canciones que tienen una
vida propia y que puestas de corrido arriba de un escenario son un ejercicio
altisimamente disfrutable para cualquier melómano


Fotos cortesía del amigo @LandoBA

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